¿Adquirir una vivienda de nueva construcción o reformarla? Esta suele ser una de las dudas más habituales que surgen en las mente de aquellos que sueñan con encontrar un hogar ideal o adaptar el suyo a sus nuevas necesidades.

En la mayoría de las ocasiones la toma de la decisión final tiene que ver, y mucho, con el aspecto meramente económico ya que según los expertos, el precio de un piso usado reformado es menor que el de uno en buen estado y muy inferior a uno nuevo.

Por lo tanto, si estás buscando adaptar tu casa para dejarla exactamente como te gustaría o sientes la necesidad de darle un lavado de cara sin tener que mudarte, es muy importante que prestes atención a estos trucos a la hora de pedir presupuesto para tu reforma.

Ten claro qué necesitas y qué no

Antes de afrontar la rehabilitación total o parcial de tu vivienda lo  primero que debes hacer es determinar cuáles son tus verdaderas necesidades.

Ten muy presente que quien va a vivir en tu casa eres tú y tu familia, no tus padres, amigos o conocidos. Por lo tanto, no te dejes llevar por el qué dirán sino establece una reforma acorde a tus hábitos de vida y gustos particulares.

Otras de las cosas que debes evitar son los famosos “ya que…” que al final terminan por hinchar el presupuesto.

Te recomendamos que te tomes tu tiempo para pensar con tranquilidad en qué usos le das a tu vivienda, que cosas te incomodan o qué te gustaría que tuviera y conocer en qué consiste exactamente una reforma integral.

Una vez decidido y solo entonces, es hora de empezar a hablar con profesionales en reformas del hogar.

Cuidado a la hora de pedir presupuesto para una reforma

Presta mucha atención porque este es un punto fundamental del proceso, aunque no por ello el único o el más importante.

Gracias un análisis en profundidad podrás no solo conocer el coste de la reforma de tu vivienda, sino también a las distintas empresas que pueden están realizando tu presupuesto.

Aunque no siempre tiene por qué suceder así, en la mayoría de las ocasiones lo barato sale caro, así que no te dejes influenciar únicamente por los precios. Es momento de valorar distintos aspectos entre los que destacamos:

• La seriedad de la empresa.  Si es posible, echa un vistazo a sus trabajos anteriores, visita su página web, analiza su carga de trabajo, disponibilidad, opiniones…
• La solvencia de la compañía encargada de la reforma. Es importante que te asegures de que puede cumplir con los compromisos acordados y acabar la obra.

Aclara tus dudas de la mano de profesionales

Una vez te has decidido por una empresa es hora de dejar zanjadas todas tus dudas.

Si por cualquier motivo existe mucha demora entre el momento en que solicitaste el presupuesto de reforma y la aceptación del mismo, te recomendamos que revises y confirmes su vigencia, antes de la aceptación definitiva, ya que en muchos casos se producen variaciones en los precios de las partidas.

Por último, es importante que resuelvas todo aquello que no te ha quedado claro sobre los conceptos que presentan los presupuestos. No eres un experto en la materia, por lo que no has de sentir vergüenza por preguntar cuantas veces sea necesario a tu arquitecto y en caso de que no estés de acuerdo con alguna de las soluciones que se te propongan en el presupuesto de obra, es el momento de hablarlo y buscar una solución alternativa.

En cualquier caso, es de suma importancia que acudas a profesionales que pueden realizar su labor con todas las garantías.  De lo contrario, podrás vivir situaciones desagradables como el hecho de que las reformas se eternicen o que el resultado final no corresponda con lo que tenías en mente.