La iluminación de una vivienda es mucho más que colocar una lámpara en cada estancia. El interior de una casa puede ganar en personalidad, carácter y atractivo con una buena iluminación. Está claro que debe ser siempre funcional, pero eso no significa renunciar a la estética y a la originalidad.

Muchas veces la iluminación es la gran olvidada del hogar. Ni mucho menos dedicamos la importancia que sí destinamos a otros elementos de la casa; no obstante, nadie puede discutir que podemos sacarle buen provecho en todos los sentidos: desde una mejor iluminación hasta una que sea digna de las páginas de una revista de interiorismo.

Antes de la construcción de una casa o de una reforma integral, es conveniente planificar la iluminación de una vivienda. El primer paso es discernir entre los diferentes tipos según si son naturales o artificiales. Recodamos que denominamos luz natural a la que proviene de la energía solar y luz artificial, a la que emana de cualquier otra fuente que no sea el sol.

La luz natural es siempre la prioridad: menos gasto, más eficiencia, más comodidad. No obstante, no es suficiente: la luz artificial también es necesaria y además nos puede ayudar a crear diferentes ambientes en casa. Las necesidades y la propia configuración de la vivienda es la que establece las opciones más recomendables para cada caso. Tampoco podemos olvidar que según como se dispongan los puntos de luz podemos lograr una iluminación directa o indirecta.

¿Qué tipos de iluminación para viviendas debemos tener en cuenta?

1. Iluminación general

Es la opción ganadora si buscas una luz funcional y homogénea. En cocinas o pasillos, espacios donde buscamos especialmente una mayor visibilidad, este tipo de iluminación permite dotar a la estancia de lo que requiere. Como último apunte, podemos destacar que el truco está en combinar a la perfección puntos de luz directa e indirecta.

2. Iluminación ambiental

Las habitaciones precisan una óptima ambientación, igual que cuando abordamos una reforma en un cuarto de baño. Es por eso que una iluminación relajante y atrayente para estas estancias es más que necesario. Pero también tenemos la posibilidad de jugar con luz indirecta y con la tenuidad para favorecer la transmisión de ciertas sensaciones a los inquilinos.

3. Iluminación decorativa

Finalmente, la iluminación decorativa se encarga de destacar a través de la iluminación un objeto o un espacio. Es un tipo de iluminación que debemos tener en cuenta tanto para interiores como para exteriores y para la que es indispensable el correcto uso de la luz directa.

Tienes a tu alcance cantidad de opciones para conferir a un espacio justamente las sensaciones que buscas. Si sabes el qué pero no el cómo, no te preocupes, contacta con nosotros: nuestro equipo de profesionales de reformas te ayudarán a configurar este pequeño mundo de luces.