Puedes tener tu vivienda perfectamente adaptada, cómoda, decorada… pero si el edificio en el que se encuentra no ofrece las mismas garantías, pierde gran parte de su valor. Evítalo mediante tareas de mantenimiento de edificios.

No sólo hacemos referencias a aspectos estéticos: mantener en buen estado la fachada, el tejado, la estructura y las instalaciones aportan seguridad, comodidad y evita accidentes en el edificio. Para ello, no tenemos por qué actuar sólo cuando se es necesario, cuando no quede más remedio que rehabilitar el edificio al completo o porque la ITE nos lo dicte: podemos evitar sobrecostes y disgustos mediante un mantenimiento cada ciertos años en los que se apliquen soluciones como la impermeabilización, el cambio de cubiertas, tareas de pintura etc., aumentando su frecuencia cuanto mayor antigüedad tenga nuestro edificio.

¿Por qué debemos acudir al mantenimiento de edificios mediante una empresa de reformas?

Mantenimiento de edificios: una solución estética

De acuerdo, la estética no es lo más importante, pero ello no quita que suponga una intervención necesaria mantener con un buen aspecto el edificio.

Un edificio que presente un aspecto ajado, pese a que tenga una estructura firme y sólida, dará la impresión de inestable y afectará a la tasación de las viviendas que contiene. De esta forma, pese a que tengamos nuestro piso perfectamente arreglado e incluso hayamos realizado reformas integrales que lo rehabiliten y revaloricen, se verá afectado por una pérdida de valor o incluso no resultará atrayente para compradores o posibles inquilinos.

Al fin y al cabo la fachada del edificio es la presentación de nuestro hogar: tareas de pintura, limpieza o incluso realización de cerramientos u otras intervenciones directas a su estructura y fisionomía que se permitan mediante la licencia de obras, harán que luzca como nuevo y que por tanto aumente la tasación del suelo de la propiedad.

Mantenimiento de edificios: una solución funcional

La comodidad es otro de los pilares a la hora de valorar un buen piso. Si una vivienda no resulta cómoda y funcional difícilmente podremos calificarla como un auténtico hogar.

Para ello, el acceso a la propiedad debe ser práctico, amplio, constar con rampas, escaleras de tamaño considerable, ascensores y otros elementos que mejoren el tránsito desde el exterior hasta el interior de nuestra vivienda.

Caso especial es cuando en el edificio residen personas con discapacidad o mayores de 70 años, donde la supresión de barreras arquitectónicas es obligatoria por ley. En este caso, contar con los servicios de una empresa de reforma de exteriores que tramite permisos y subvenciones puede ayudar a aliviar las cuentas de la comunidad de vecinos gracias a la obtención de ayudas municipales.

Mantenimiento de edificios: una solución necesaria

Por mucho que queramos ignorarlo, los edificios tienen una vida limitada. En la gran mayoría de casos hablamos de una vida centenaria, pero dependerá del mantenimiento al que lo sometamos, que podamos aumentar o reducir el ciclo vital de nuestro bloque de viviendas.

¿Qué nos evita un buen mantenimiento del edificio?

• Fallos en la estructura: no intervenir en los elementos estructurales durante un largo tiempo u obviar la Inspección Técnica de Edificios puede producir un riesgo de derrumbe parcial o total.

• Desprendimiento de fachada: La caída de un elemento de la fachada a la vía pública puede acarrear accidentes a los viandantes y tener que afrontar pagos de seguros e incidencias.

• Afecciones en las instalaciones: grietas, una mala impermeabilización o una mala cubierta puede producir cortocircuitos en instalaciones eléctricas, incendios, fugas de gas, humedades, inundaciones y desperfectos.

Porque la seguridad es lo primero, pero después viene la comodidad y el placer de vivir en un entorno adecuado y adaptado a nuestras necesidades, el mantenimiento de nuestro edificio debe ser más que una opción, una prioridad.