Por qué meterme a reformar mi oficina de Barcelona
17/02/2016Una oficina lo es todo en el desarrollo empresarial: no sólo es la base de operaciones y desde donde realizamos nuestra actividad, sino que es la cara del día a día de nuestro trabajo: tanto para las visitas de posibles clientes como para nuestros empleados que requieren un entorno propicio para dar lo mejor de sí mismos. Por estas razones, jamás debemos tratar como secundario este espacio que, en una ciudad como Barcelona donde el diseño es tan importante, no debe pasar desapercibido.
La primera impresión para nuestros clientes
¿Qué pensaríamos de una empresa si fuéramos a visitar su sede y lo que encontrásemos fuese un ambiente caótico? ¿Qué nos transmite un espacio sobrio y “sin gracia”? El mundo se mueve mediante sensaciones y en el aspecto empresarial, donde causar una buena impresión lo es todo, no se debe despistar lo que nuestra oficina transmite al visitante.
Por ello, si nuestra oficina no dice todo lo que debiera decir de nosotros o no está alineada con nuestra imagen de marca, tendríamos que plantearnos seriamente la posibilidad de reformar el local.
Al igual que no iríamos jamás desaliñados ni mal vestidos a una reunión formal, no debemos transmitir la sensación de que descuidamos la presencia de nuestras instalaciones.
Alinear la imagen de marca no significa sólo adaptar el espacio a los colores corporativos y decorarlo con logos, iconos y emblemas de nuestra empresa: si somos una empresa que quiere transmitir positividad, los grandes espacios abiertos y los colores alegres son nuestros mejores aliados, mientras que la seriedad y responsabilidad viene representada por la división en estancias, orden en la distribución y espacios que permitan la cercanía. En cualquiera de los casos aspectos como la iluminación son claves.
La importancia de una correcta interpretación del espacio
Reformar correctamente va más allá de renovar: contar con profesionales del interiorismo nos permite sacar el máximo provecho a las posibilidades de la oficina. Si contamos con poco espacio, estos profesionales nos pueden asesorar cómo aprovecharlo para que dé sensación de amplitud, qué colores son los más apropiados sin desvirtuar la imagen corporativa, cómo distribuir un juego de luces adecuado etc. De igual forma, si contamos con bastante amplitud, los interioristas ayudan a mediar entre las posibilidades que evitan la sensación de vacío y el excesivo recargamiento.
Por otra parte, nuestra oficina es la suma de unos metros cuadrados en la cual establecemos nuestra sede, y este debe ser nuestro planteamiento inicial. No tenemos que limitarnos en que los cambios queden únicamente en superficie: un alzado de tabiques o eliminar paredes sin que afecte a la estructura pueden ser soluciones que un arquitecto profesional puede idear junto al trabajo de los interioristas.
En definitiva, lo que debemos pretender con nuestra oficina, sede o local comercial, y lo que una reforma integral mediante profesionales del sector cualificados permite es que se consiga la combinación de funcionalidad, que nos sentamos cómodos y adaptados al desarrollo de la actividad, con diseño y personalidad, que nada más entrar en el espacio se transmitan sensaciones asociadas a nuestra marca y a nuestra forma profesional de trabajar. Sin duda, nuestra mejor carta de presentación.
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