Una de las opciones que se presentan ante nosotros cuando nos planteamos comprarnos una vivienda es la de adquirir una antigua y reformarla. Se trata de un pequeño sueño para muchas personas que ven en aquellas casas de antaño un encanto que no encuentran por ejemplo en las promociones de nuevas edificaciones que, normalmente, se sitúan en barrios periféricos. Aunque también podemos elegir esta alternativa por una cuestión meramente económica, ya que según los especialistas, el precio de un piso usado reformado es menor que el de uno en buen estado y muy inferior a uno nuevo.

En cualquier caso, si eres una de esas personas que está buscando adaptar una casa para dejarla exactamente como le gustaría o quiere cambiar de aires en la actual sin tener que mudarte, es importante que estudies el coste de las reformas integrales para calcular el presupuesto que has de dedicar a esta parcela.

Actuaciones habituales que se reflejan en el coste de las reformas integrales

Entrar en una casa y saber ver sus posibilidades es una de esas facultades que no todos tienen. Si has puesto el pie en lo que crees que puede ser tu hogar con algunos cambios, es que eres uno de esos pequeños visionarios y si no, no te apures: ponte en manos de profesionales que sabrán ver todo lo que necesitas en el espacio que tengas disponible.

Muchas veces es necesario cambiar cosas importantes como puede ser el suelo, las ventanas, la instalación eléctrica, del gas, los sanitarios, la grifería, así como los muebles de cocina y, por supuesto, los electrodomésticos. A esto hay que añadir los derribos y la albañilería si queremos modificar la distribución de la casa.

Este último punto es una de las cuestiones más habituales en las reformas, puesto que las viviendas antiguas suelen tener una organización muy distinta de la que hoy consideramos cómoda. Además, también hay que tener en cuenta que toda la casa necesitará una buena mano de pintura, muy recomendable contratar ya que aporta un acabado mucho mejor cuando se realiza de la mano de profesionales en esta área: no sólo en la ejecución, sino en la recomendación de qué técnicas y gamas cromáticas le sentarán mejor a la reforma.

A todos estos costes es necesario añadirle el apartado de mano de obra, un factor clave debido a que estamos hablando de profesionales con gran experiencia que no sólo ejecutan, sino que planifican y realizan a conciencia su trabajo para que quede 100% al gusto del cliente. Asimismo, si queremos contar con el diseño de un profesional, la contratación de estudios arquitectónicos e interioristas aportan un plus.

El presupuesto, la herramienta clave

Para que todo esto empiece a materializarse en números reales y veamos cuál va a ser el coste de nuestra reforma integral, tendremos que primero valorar qué actuaciones vamos a llevar a cabo. Una vez que lo tengamos claro, lo mejor es pedir un presupuesto sin compromiso, mucho mejor si incluye extras que nos ayuden a saber el resultado como una aproximación en 3D de cómo quedaría todo aquello que nos gustaría hacer. En este punto es muy importante tener en cuenta las calidades de todos los materiales que van a formar parte de este trabajo de reforma, pues dependiendo de ello la cantidad final puede ser mayor o menor.

El presupuesto debe presentarse de forma adecuada. Deberá figurar de forma desglosada cuánto dinero se destina a cada una de las cuestiones que lo componen, evitando descripciones demasiado generales y fijando actuaciones concretas. Además, es importante que el total se muestre con IVA y sin IVA.

En cualquier caso, es de suma importancia acudir a profesionales que pueden realizar su labor con todas las garantías. De hecho, cuando nos encontramos valorando distintas empresas para esta tarea, es muy importante no fijarse sólo en el presupuesto final, sino también en la solvencia y la experiencia de ese grupo de profesionales. De lo contrario, se pueden vivir situaciones desagradables como el hecho de que las reformas se eternicen o que el resultado final no corresponda con lo que teníamos en mente.