¿Cuándo es necesario restaurar la fachada de mi casa?
17/05/2018La fachada es la carta de presentación de nuestra casa. Ya podemos tener los muebles más modernos, el parqué más impresionante o la decoración más innovadora que si la fachada de nuestra casa está en mal estado o anticuada tenemos ante nosotros un pero muy grande.
No cabe duda de que la fachada es uno de los elementos más importantes de nuestra casa. Por descontado, también el más visible del edificio. No obstante, la fachada debe hacer frente al paso de tiempo y a su función principal como protección del edificio ante los fenómenos meteorológicos: lluvia, viento, nieve, granizo…
Por este motivo es totalmente recomendable que cada cierto periodo de tiempo las fachadas se restauren. No solo por motivos estéticos, sino también para asegurarnos de que está en perfecto estado y condiciones para seguir cumpliendo su función.
Restaurar fachadas de casa: ¿cuándo, cómo y por qué?
Los inmuebles de más de 45 años deben pasar la Inspección Técnica de Edificios cada 10 años, aunque puede diferir según la comunidad autónoma y la propiedad. El límite de tiempo que impone la ley es una fecha máxima, así que para garantizar el buen estado de la propiedad es recomendable no esperar a la fecha de expiración. Está claro que si detectamos en cualquier momento irregularidades en la fachada debemos emprender lo más pronto posible los trámites pertinentes.
Si seguimos estas indicaciones, evitaremos que los desperfectos que presenta la fachada debido a las condiciones climatológicas u otros motivos provoquen daños aún mayores, que seguramente implicarán una reforma de mayor envergadura y un presupuesto más alto para llevarla a cabo.
En muchos casos, las fachadas son elementos que apenas reciben la atención de sus propietarios e inquilinos. Debemos concienciarnos de que es importante comprobar su estado periódicamente y no posponer la solución de los problemas que puedan manifestar.
Un técnico especializado es el encargado de la inspección exhaustiva de la fachada, así como de detectar todo aquello que es necesario restaurar. Este informe será crucial para solicitar la licencia de obras y obtener después el certificado de idoneidad.
El siguiente paso después de que el técnico haya informado de los desperfectos es solicitar un presupuesto para restaurar la fachada. Los precios pueden variar drásticamente dependiendo de los materiales que se utilicen, el tipo de rehabilitación que se precise y el aspecto final que quiera darse a la fachada.
No es necesario hacer hincapié en que todo este trabajo debe ser diseñado y ejecutado por profesionales expertos en la rehabilitación de fachadas. No solo se trata de asegurarnos un buen resultado y una buena inversión, también se trata de garantizar la seguridad del edificio.
Los profesionales pueden asesorarnos y aconsejarnos sobre el tipo rehabilitación más adecuada según las características de nuestro edificio o los materiales idóneos para no tener que abordar otra obra antes del plazo previsto.
La rehabilitación de una fachada puede realizarse de diferentes modos: aplicando morteros monocapa, revistiendo de piedra u otros materiales, dejando el ladrillo visto, pintando… La pintura es posiblemente la solución más común, rápida y económica para tratar fachadas que no tienen problemas estructurales.
Pero incluso la elección de la pintura más adaptada a las necesidades de la fachada debe dejarse en manos de un profesional: ¿pinturas vinílicas, acrílicas, al clorocaucho o a la cal? Todas las decisiones serán más fáciles teniendo al lado a una empresa como Adapta Reformas.
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