La reforma de una vivienda es una tarea que requiere un esfuerzo especial para que todo se desarrolle según las previsiones y evitar así el riesgo de sufrir contratiempos. Es obligado en determinados casos solicitar una licencia de obra e incluso abonar un pago que encarece el presupuesto destinado para las reformas. Las dimensiones de la casa y los elementos que deben reformarse serán los factores que intervendrán en la obligación de hacer frente a un determinado pago.

Si el tipo de obra lo precisa, la documentación deberá mandarse al ayuntamiento donde pertenece la vivienda, que es el organismo que establece los procesos que deben seguirse y el coste que tiene llevarlos a cabo. Así pues, esto significa que cada municipio fija los costes, aunque es cierto que no se presentan grandes variaciones.

Una buena noticia para los que quieran realizar un cambio de la fontanería, la instalación eléctrica, los suelos o los alicatados, es que no necesitan un permiso municipal ni pagar tasas. Los acabados y las instalaciones interiores son reformas sencillas. Es posible que sea necesario colocar un contenedor de escombros en la calle. En ese caso, se debe pagar un impuesto por la ocupación en la vía pública. El precio diferirá dependiendo de la calle y del espacio que ocupe. Para que te hagas una idea: entre uno o cinco euros por día.

¿En qué casos debo solicitar una licencia de obra?

Modificación de la distribución de la vivienda

Es una idea genial tirar tabiques para unir estancias y así aprovechar todo el espacio del hogar. Sin embargo, para todo este tipo de reformas que implican cambios en la distribución actual es

obligatorio un permiso municipal. Lo obtendrás tras rellenar unos impresos, describir la reforma, facilitar un plano de modificación y tu presupuesto. No es necesaria la supervisión de un técnico colegiado. Es posible tener que abonar hasta cuatro tasas: por prestación de servicios en la tramitación, el 4% del presupuesto de la obra, la tasa del contenedor de escombros y por la colocación de vallas o andamios.

Modificación de la estructura de la vivienda

También es necesario un permiso municipal para una obra que repercuta en el diseño y la construcción original. Además de todos los trámites para una reforma mencionados anteriormente para modificar la distribución de la casa, en este caso sí que es necesaria la supervisión de un técnico colegiado, un arquitecto o un ingeniero que presente y firme el proyecto. Asimismo, será necesario pagar las cuatro tasas que se han especificado en el caso anterior.

Modificación de elementos comunitarios

Nos referimos a las obras en fachadas de los edificios, tanto a su estética como a su estructura. Además del permiso municipal, es obligatorio añadir planos de la situación y fotografías. No se precisa la intervención de un técnico colegiado; solo la autorización de la comunidad de propietarios. También se exige el pago de las mismas cuatro tasas referidas con en los dos primeros tipos de modificaciones.

Ampliación de la superficie de la vivienda

Un nuevo cerramiento, añadir un ático, construir un garaje, un trastero… Para estas obras es preciso el trabajo de un técnico colegiado y los trámites mencionados anteriormente. En este caso, no solo se repiten las cuatro tasas, sino que se añade una más en concepto de verificación para la correcta realización de la obra.

Ampliación de la superficie de la vivienda

Las reformas de elementos que estén dentro de tu propiedad pero que afecten a toda la comunidad no necesitan permisos municipales o la supervisión de un técnico. Se deben abonar tres tasas para ello: por prestación de servicios urbanos, el 4% del presupuesto de la obra y la instalación del contenedor de escombros, si es necesario.

Si necesitas ayuda para realizar la reforma de una vivienda no dudes en solicitar información en Adapta Reformas. Trabajaremos para que todo lo que te has imaginado quede plasmado en tu hogar.